domingo, 27 de mayo de 2007

CULTURA INDÍGENA Y VALORACION DE LO PROPIO



Es incoherente dar comienzo a la historia de América el día en que un grupo de navegantes europeos llegó a sus playas y se adjudicó la propiedad de varias de sus islas. Este importante y decisivo acto, no llega, sin embargo, a comenzar una historia que ya existía, sino que le estampa otro camino, como ocurrió con la llegada de los norteamericanos al Japón, de los portugueses a la India y de los venecianos a la China, ya que cuando Colón descubrió América, en el siglo XVI, se calcula que existían casi setenta millones de indígenas.
Existen variadas teorías vigentes sobre el origen de los primeros habitantes de América. La más conocida es planteada por Alex Hrdlicka, la Teoría Asiática. Según ésta, fueron cazadores paleomongoloides de la Era del Hielo -Pleistoceno Tardío- quienes habrían cruzado el estrecho de Bering e ingresado por Alaska, en Norteamérica, y habrían traído como herencia cultural el fuego, el hacha hecha de tosca de pedernal, el arco y la flecha. También podemos encontrar otra teoría que proviene del antropólogo francés Paul Rivet, quien plantea que, además de una inmigración asiática, también se produjo una oceánica, con oleadas de melanesios y polinesios, que habrían cruzado el Océano Pacífico, para llegar por Centroamérica y Sudamérica, respectivamente. Otra teoría clásica es la del portugués Méndez Correa, quien sostiene una inmigración australiana por la ruta de la Antártida y Tierra del Fuego.
Los habitantes de América, a la llegada de los españoles, ya tenían su propia organización y claras normas de convivencia, su propia religión y su explicación natural de los fenómenos que les rodeaban. No eran, por ningún motivo, como la inmensa mayoría de los conquistadores que invadieron sus tierras, esto es ignorantes y ambiciosos, dogmáticos e inquisidores, cargados de odio y de prejuicios que, desgraciadamente, aún permanecen. El hombre blanco, para justificar sus saqueos, violaciones, robos y esclavizaciones tuvo que tildar al indio de ignorante y salvaje y se dedicó a destruir su cultura y su propia identidad.
Pese a todo lo anterior los indios seguían con sus tradiciones, con sus explicaciones cosmogónicas de los fenómenos que les rodeaban y con su trabajo. En la altiplanicie mexicana, por ejemplo, ya se cultivaba el maíz, cereal típico de América, cuyo origen sagrado y el beneficio que aporto a la humanidad es tema de todas las culturas nativas.
Según estudios arqueológicos el maíz proviene del teocintle silvestre de México y de la euchlaena primitiva, pero aún se desconoce como se trasformó en maíz comestible.
Según el Popol vuh, los primeros hombres se forman de maíz. De su molienda y posterior fermentación, el Ixmucané hizo nueve bebidas que contenían la sustancia que dio fuerza y energía a la especie humana.
La domesticación del maíz y el nacimiento del arte cerámico asociado a la actividad agrícola corresponden a los que se ha llamado ola u olas culturales arcaicas, las cuales al modificarse, debido a las circunstancias del territorio y del ambiente, dan origen a varias culturas sencillas, que posteriormente avanzan a formas mas acabadas de organización política. Por ejemplo, a finales del siglo VII, según cálculos del arqueólogo Spinder, los mayas ya habían creado su propio calendario.
Otro indicio de civilización, nos lo darán los grandes estados (tanto del norte como del sur), los cuales se formaron en las quince centurias que van desde el año 100d.c. hasta la llegada de los españoles, siendo el primero de ellos el imperio maya que se localizó en el centro de Guatemala en el siglo VIII.
Al igual que en la antigua historia oriental, el conflicto entre poblaciones nómadas que vienen de un clima más duro y con un gran apetito de poder, y poblaciones sedentarias y pacificas explica la aparición sucesiva de grandes pueblos e imperios.
Al mundo contemplativo y poético de los mayas y su basta riqueza imaginativa en la plástica y poesía, le secunda el rigor militar de los aztecas.
Se nos presenta una mitología indígena en la cual viven en constante combate las fuerzas conservadoras de la vida y creadoras de cultura con las fuerzas de la destrucción. Por ejemplo, en el mundo mexicano la lucha simbólica entre héroes y dioses los cuales deben hacer actos inimaginados para defender a los hombres del peligro.
Simultáneamente, en Perú florecían dos nuevas civilizaciones opuestas: la cultura Tiahuanaco, en el lago Titicaca; y la cultura costera del Primer Chimu y del Primer Nasca. Mientras que el arte Tiahuanaco es un arte de alta cordillera, de paisaje desnudo que invita a la abstracción y al esquema monumental, el arte del Primer Chimu y del Primer Nasca tiene una luz y un colorido tropical que denota sensualidad y belleza en las creaciones de los artistas, los cuales poseídos de sus temas decoran sus vasos sin dejar espacio en blanco, aun que se trate de ilustraciones terroríficas. Este arte desarrolla un gran parentesco con el arte de Picasso, en especial en su cuadro Guernica.
La evolución de estos imperios hacia grandes estados indígenas fue rota rápidamente por La Conquista. Tal vez estas culturas habrían evolucionado más rápido si hubieran solucionado sus deficiencias técnicas como la falta de caballos o de otros animales domésticos que les aliviaran en parte la dureza del trabajo del hombre. No había rueda, ni indicios de la existencia de la metalurgia.
Según mi humilde pensamiento, los españoles hicieron que América pariera prematuramente el hijo que se desarrollaba lentamente en su vientre. El indígena jamás desarrolló sistemas nocivos para la tierra, ni alteró su evolución natural. El indio es tierra y la tierra es india, por eso es que las riquezas de nuestra América eran abundantes, ya que el indio no tenia necesidad de arrebatárselas a la tierra. La noción de atesorar es de los españoles, el hecho de que almacenemos para el futuro no existe en el pensamiento aborigen.
Hasta qué punto algunos intelectuales nos siguen diciendo que el indio era inculto, analfabeto e ignorante, si arqueólogos como Alfonso Caso nos muestran evidencias de escritura en pueblos americanos. No es lo mismo decir que aún no se encuentran las claves para entender aquellos escritos que negar su existencia.
El indígena concibe su historia como fatalidad y catástrofe, no existe el progreso y sólo a través del dolor se originan las cosas, el sacrificio es la expresión de cómo la vida se nutre de la muerte, por esto es que el indio se resiste al dolor. Esta idea pesimista del desengaño y de la fragilidad de la vida se ve reflejada en los cuentos del Popol vuh y en escritos poéticos. Aunque también, más adelante en la historia, podremos comparar estos escritos con las ideas de Jorge Manrique y Calderón de La Barca.
El indio es melancólico y humilde, tal como lo expresa el Inca Garcilaso, su sistema mental es simbólico y a la vez poético, su mundo se rige por símbolos misteriosos. Estos rasgos sorprendieron a los españoles, los cuales mantenían un pensamiento antropocéntrico y lógico guiado por el realismo.
Rápidamente y por la fuerza, las costumbres españolas penetraron en los pocos aborígenes que no habían sucumbido ante el exterminio. La propagación de la fe cristiana justifica, según el pensamiento conquistador, la violenta búsqueda de oro y la crueldad de la guerra. Así, tanto la conquista como la colonización fueron, entre otras, una las faenas más terribles que la memoria mundial puede albergar, porque el genocidio producido reveló, una vez más, que para muchos hombres el fin siempre justificará los medios. Las aspiraciones excesivas de poder de los hombres convirtieron ese genocidio en el motor del monopolio originario del capital, legalizado por la institución religiosa eclesiástica que desde siempre intervino en la construcción del pensamiento crítico de los individuos. Así, cuando tuvo que defender los intereses de alguna porción de la sociedad, lo hizo, justificando el accionar burgués (el hombre superior), renunciando a todos los criterios religiosos, además de temas tales, como el respeto, la justicia y la dignidad del hombre. Es inaceptable pensar que América ganó progreso a través de la conquista, ya que lo perdido no puede compararse en nada a las pocas migajas que recibió el indio.
Según mi punto de vista una de las pérdidas más significativas que sufrió nuestro continente es el lenguaje, la idea de que el indígena olvidara su configuración lingüística y aprendiera un nuevo sistema de habla es antihumana, no podemos refugiarnos en la necesidad de progreso para justificar la pérdida significativa de millones de años de identidad. Es cierto que el americano puso variaciones en el habla adoptada y dio origen al mestizaje, pero no me parece justo que prevalezca una visión hispanista del lenguaje, ya que con ella se tira por la borda la importancia del desarrollo de la lengua de los habitantes de América precolombina, que ya habían construido parte de su historia.
Un siglo después de la llegada de Colón al mar Caribe, de los más de 70 millones de indígenas existentes sólo quedaban tres millones y medio, los cuales, primero, fueron derrotados por la diferencia de recursos, el asombro y la confusión, luego, fueron despojados de su cultura y creencias, sometidos al trabajo esclavo y finalmente, las enfermedades importadas por los europeos encontraron a sus organismos sin anticuerpos para resistir los virus y bacterias.
Medio milenio más tarde, no se logra esconder la aniquilación indígena, salió a la luz otra interpretación de la historia, atrás quedaron definiciones como el “Descubrimiento de América”, que intentaba desconocía la existencia de millones de seres humanos que habían descubierto el continente miles de años atrás. Asimismo quedó obsoleta la más reciente tesis de “Encuentro de dos mundos”, cuando en realidad supone el aplastamiento de uno por otro.
No se puede desconocer que la llegada de los españoles a las costas americanas provocó un progreso valioso a la humanidad, pero el progreso no puede ocultar la magnitud de la sangre derramada.
Los pueblos indígenas tienen mucho que enseñar a los hombres modernos. Quienes hayan tenido la fortuna de conocer pueblos aborígenes que se conserven al margen de la corrupción del progreso del blanco, habrán observado que la mayoría de los nativos son personas que se mantienen puras; que se respetan de una manera que no es posible ver en nuestras grandes ciudades; que son hombres humildes, pero dignos; y que son seres humanos auténticos, que comparten con su prójimo sus alegrías, sus tristezas y sus pocos bienes materiales.
En la historia de la humanidad abundan los hombres sabios y necios, inteligentes y tontos, buenos y malos; y no podemos pretender que todos los indios sean perfectos. Pero hay verdades históricas que no se pueden eludir. La España que llegó a América no fue la España de San Fernando y Alfonso X el Sabio. No fue tampoco la España tolerante en la que convivieron en armonía hombres de conocimiento de orígenes judío, cristiano e islámico. Si América hubiera sido "descubierta" por aquellos cultos españoles éstos habrían reconocido en las culturas indígenas su elevada espiritualidad, su riqueza artística, arquitectónica e histórica, su profundidad filosófica y su pericia en las distintas ramas del saber.




Bibliografía:

Picón_Salas, Mariano. “De La Conquista A La Independencia”, 1992.
Rodríguez Lorenzo, Miguel Ángel. “Mariano Picón-Salas Y El Significado Trascendente De América En La Construcción De La Noción De Historia Universal”, 2002.

viernes, 20 de abril de 2007

Medios de Comunicacion en IV Medio

Dentro de los Planes Y Programas De Estudio Para Cuarto Medio se plantean objetivos, contenidos y actividades que responden a un doble propósito: articular a lo largo del año una experiencia de aprendizaje acorde con las definiciones del marco curricular de Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Media; y ofrecer la mejor herramienta de apoyo a la profesora o profesor que hará posible su puesta en práctica. En lo relativo a los medios masivos de comunicación, que son por definición uno de los lugares de privilegio de la emisión de discursos en situaciones públicas de comunicación, el marco curricular del subsector Lengua Castellana y Comunicación apunta a la necesidad de desarrollar en los estudiantes competencias que les permitan una recepción de ellos apropiada; esto es: crítica, responsable y fundada. Ello, particularmente por su enorme influencia sobre las concepciones que la gente, el hombre común y corriente, va forjándose cotidianamente y que condicionan sus opiniones, creencias, ideas, comportamientos, valores y actitudes.
En los objetivos fundamentales se pretende que el alumno aprenda a analizar críticamente los mensajes de los medios masivos de comunicación, evaluarlos en relación a los propios objetivos y valores, y formarse una opinión personal sobre dichos mensajes.
Al igual que en todos los demás programas se pretende que el alumno mantenga una participación activa en la recepción de textos que traten temas de interés relativos al mundo contemporáneo y difundidos a través de prensa escrita, programas radiales o de televisión, dando oportunidad para:

a. la percepción de los modos de expresión actuales de los medios masivos de comunicación y su comparación con los de épocas anteriores (antiguos periódicos, películas, archivos de programas televisivos del pasado, grabaciones radiales antiguas) y la identificación de diferencias en cuanto a elementos y recursos utilizados, imágenes de mundo y modos de representar la realidad;

b. la identificación y análisis de algunos de los elementos y recursos propios de los actuales medios masivos de comunicación (montajes, efectos especiales, nuevas tecnologías, etc.) y la evaluación de su función y efectos en la construcción de imágenes y sentidos de mundo que los medios entregan, y en el logro de la eficacia comunicativa que persiguen;

c. la afirmación de una posición personal, reflexiva y crítica, frente a los medios, y la apreciación de su valor, importancia e incidencia en la cultura actual y de sus efectos en la vida personal, familiar y social.

2. Participación en la producción de textos periodísticos, libretos de programas radiales, de video o televisión (susceptibles de grabar o filmar) sobre temas del mundo contemporáneo que interesen a los alumnos, dando la oportunidad para la selección de temas de interés, la reflexión sobre ellos y la expresión de la visión y perspectivas personales, a través de alguna modalidad propia de los actuales medios masivos de comunicación.
Dentro de los aprendizajes esperados, se pretende que los alumnos:
Reconozcan y sean capaces de evaluar la pertinencia funcional y ética de los medios que se emplean en el espacio público para favorecer la eficacia comunicativa de estos discursos: elementos del ceremonial, “puesta en escena” o ritual. Formulan sus comentarios, juicios, opiniones acerca de los efectos de esos recursos.

Reconozcan el papel que cumplen los medios de comunicación en la difusión de los discursos públicos, reflexionan y se plantean críticamente sobre los procedimientos que se emplean para ello, distinguiendo entre los que se proponen el mejor logro de la eficacia comunicativa de esos discursos, de aquellos otros procedimientos que los intervienen para provocar efectos diferentes. Exponen, por escrito u oralmente, con fundamento sus personales opiniones.

A través de los medios de comunicación, los alumnos y alumnas también podrán observar situaciones de enunciación de discursos públicos solemnes concernientes a las realidades de diferentes países que líderes o dignatarios enuncian dirigiéndose a la vasta comunidad internacional o a sus representantes, como por ejemplo, intervenciones ante asambleas como la de Naciones Unidas, OEA y otros organismos internacionales, mensajes papales, declaraciones, proclamas, propuestas formuladas por personajes que tienen liderazgo y autoridad en distintos campos y que se dirigen a una amplia audiencia.

Se quiere además proponer a los estudiantes que, observando la realidad que los rodea, ya sea directamente o a través de los medios de comunicación, identifiquen situaciones en las cuales se enuncian discursos que, por sus temas, relación emisor-receptor, finalidades, contexto y circunstancias en que se profieren y rasgos de lenguaje y estilo, responden a la caracterización de discurso emitidos en situaciones públicas de comunicación.

Si bien todo esto es necesario para el desarrollo de los contenidos, se hace necesario al igual que en los demás programas aterrizar el modelo y seleccionar para los alumnos sólo aquello que resulta significativo para. El programa carece de la utilización de los conocimientos previos y de la cultura del alumno, de lo que lo rodea, a veces se olvida de los objetivos transversales y de la generación de aptitudes. Es claro que la sociedad de hoy necesita hombres y mujeres con muchos conocimientos; pero también hay que potenciar capacidades y destrezas.
Según mi punto de vista, cuando el individuo adquiere capacidades necesita seguir aprendiendo y buscando más conocimientos. En cambio cuando esperamos que el alumno memorice y dejamos de lado la estimulación de las capacidades formamos un hombre incapaz de improvisar y de construir aprendizajes significativos.
Lo que el ministerio propone realizar con los medios es interesante; pero queda un sabor amargo cuando se nos sugiere obligadamente utilizar los medios para conseguir la adquisición de nuevos conocimientos.
Cómo se consigue crear un pensamiento crítico en los alumnos a través de los medios, debemos tomar como referencia el conocimiento de mundo de nuestros estudiantes o debemos pensar aún que los alumnos no poseen opinión acerca de lo que les rodea.
Por qué no enseñar a mirar más allá de lo aparente, a ver entre líneas lo que los medios nos quieren decir, a entender si es necesario o no aprender a discriminar lo que es real de lo que no lo es. Por ejemplo nuestros alumnos a través de Internet y del correo electrónico se ven enfrentados a distintos tipos de información, a veces verdadera y otras falsa.
Como profesores de lenguaje y comunicación es preciso enseñarles a los alumnos a tratar la información, a procesarla, a analizar los mensajes que nos presentan los medios para que se convierta en conocimiento.
Sólo cuando los planes y programas me den libertad para planificar y programar pensando en la realidad de los alumnos, podré decir que la enseñanza de lenguaje y comunicación está orientada a desarrollar la competencia comunicativa.

viernes, 13 de abril de 2007

Educación De Los Medios De Comunicación En Tercero Medio

En este curso se prioriza el conocimiento y práctica del discurso argumentativo, a través del cual se expresan las posiciones o puntos de vista sobre variados temas, con el fin de convencer o persuadir a un receptor.Este nivel propone proporcionar al estudiante experiencias de producción y recepción de textos argumentativos, para lograr la adquisición de competencias amplias.Los medios de comunicación vienen a servir de puente para que el alumno ejercite y comprenda el texto argumentativo.En el fondo se quiere lograr formar a un individuo capaz de entender la estructura del texto argumentativo y apto para usarlo.El problema surge cuando dejamos de leer los programas y nos enfrentamos a la realidad de la sala de clases, cómo se logra enseñar de una manera eficiente en una realidad no considerada por el Ministerio. Cuando todos los contenidos del año giran en torno a lograr la comprensión y la producción de un tipo de texto, cuando las opciones del profesor se reducen a enseñar esto o literatura, o mejor dicho enseñar literatura para reforzar el aprendizaje de este tipo de texto, me puedo dar cuenta de que los programas están hechos en base a utopías o a realidades que no representan de ninguna forma el perfil del alumno de tercero medio. Tal vez un profesor puede ser muy creativo, pero cuando no se cuenta con la motivación de los alumnos o el material necesario para realizar con éxito una clase cambia totalmente el resultado.Mi experiencia en pasantías durante los últimos dos años me hace dudar de los programas y desconfiar plenamente en la efectividad del modelo de enseñanza estipulado en ellos, ya que se pretende formar un individuo activo, que se pueda desenvolver en cualquier capa social, que sea integral; pero cómo se puede lograr esto, si se tienen objetivos tan básicos como identificar o reconocer.Quisiera confiar en que en un futuro próximo cambiaran algunas cosas y podremos construir una nueva enseñanza que tenga un fin práctico, me refiero a enseñar para construir, para hacer.En el caso de los medios de comunicación me puedo dar cuenta de que en tercero medio no hay un fin más allá de proporcionar material didáctico para ejercitar el texto argumentativo. Sería importante demostrarle al alumno que los medios nos muestran posibles mundos, entre los cuales podemos encontrar el que nos identifica. Porqué no enseñar que hay detrás del perfil de algunos diarios de circulación nacional o que finalidad tiene una editorial.Como una futura generación de profesores de lenguaje tenemos, a mi juicio, dos caminos:- Continuamos ejecutando lo planteado por el ministerio, pasando contenidos sin procesar. O por el contrario- Nos hacemos cargo de las necesidades de nuestros alumnos y comenzamos a tomar decisiones para suplirlas.

La Decisión Está En Nuestras Manos