martes, 23 de septiembre de 2008

Neolibrealismo

El neoliberalismo, se relaciona con la sociedad del riesgo ya que comienza a gestarse cuando el país pasa por una situación de trauma, esto es, los ciudadanos temen al peligro de un nuevo atentado, crimen, golpe militar, fenómeno natural u otro. El trauma es similar a la terapia de electro shock, donde el sujeto es llevado a un estado infantil, se asume una mente nueva, en blanco, lista para comenzar de nuevo.

Luego de que la sociedad ha pasado por una situación de riesgo es más vulnerable a sistemas económicos inescrupulosos, el miedo a volver a la misma situación los hace manejables y propensos a la indecisión.

En el caso de chile, la situación no es diferente, luego del gobierno de la unidad popular y del posterior gobierno militar la sociedad estaba asustada, en constante amenaza de peligro. Es aquí cuando surge el sistema neoliberal, la privatización, el estado como un mero árbitro que llama a concurso para subsidiar sus recursos.

Se puede citar muchos ejemplos, uno de ellos es el caso de las cárceles concesionadas, una empresa externa al estado ofrece el servicio, opera como un hotel al que se le paga por el arriendo de una habitación. La empresa privada asume todos los costos y los riesgos que conlleva la nueva cárcel, se contrata a los gendarmes, se dan las comidas, la distracción de los presos, todo. El estado paga por los servicios pero no asume nada más. Es aquí donde surge el problema, ya que al ser el estado un agente externo al problema no puede intervenir, no puede inmiscuirse en los asuntos que le competen a la empresa en cuestión. Pero, qué ocurre con los derechos que tienen las personas que están dentro de la cárcel, derechos que les corresponden como ciudadanos del estado de Chile. Sí el estado no participa en los servicios, tampoco se preocupa de los problemas de las personas que están dentro de la prisión.

Ahora bien, otro caso es el de las carreteras concesionadas, Chile paga por construir carreteras para que sus ciudadanos puedan transitar por el país, a su vez estos ciudadanos pagan por pasar por las carreteras… entonces que ocurre con los derechos, quién vela por que se cumplan los derechos de los ciudadanos, estamos en situación de vulnerabilidad, cada uno de nosotros está inserto en una sociedad neoliberal que no funciona por sí sola sino que necesita de un aparato privado para hacerla funcionar. Qué pasa cuando los carabineros deben ingresar a estas carreteras, deben tener un TAG. En estos casos, los riesgos son asumidos por los ciudadanos, en cualquier caso, son los más pequeños los que pagan los costos.

Otro problema que surge al participar de una economía neoliberal es el riesgo de no tener recursos propios, el estado de Chile ha subsidiado el agua, la luz, el teléfono, el gas, el petróleo, el papel, el sistema de redes de alcantarillado, etc. Es cierto que aún nos queda CODELCO, una empresa que saca el cobre y lo exporta, pero de qué sirve si vendemos a precio de huevo. Mandamos el cobre a estados unidos y compramos complejas redes de sistemas computacionales o cables de electricidad. Vendemos a un peso y compramos a cien.

La vida se nos ha hecho más compleja con este nuevo sistema, puesto que se supone que una economía neoliberalista tiene resultados inmediatos porque dura poco, ahora simplemente hemos accedido a no tener nada, a dejarnos gobernar por un estado pequeño que se aloja dentro de nuestro estado. No hay reglas para una sociedad que se ha dejado influenciar y se ha vendido al mejor postor. Todo depende de la forma en que se trabaje en el sistema privado.

Los derechos básicos de los ciudadanos también han sido concesionados, la salud pública ha dado paso a las clínicas, la educación pública ha dado paso a nuevas universidades y a nuevos colegios, el trabajo ya no depende del estado tampoco, sino de las empresas privadas. Es por esto que la gran fuerza laboral de nuestro país está determinada por la pequeña y mediana empresa, las cuales han sobrevivido a pesar de las grandes transnacionales.

Para finalizar, tomaremos como ejemplo concreto el caso de la feria Lo Valledor de Santiago.

Aquí circulan más de 60000 personas todos los días, Es el principal centro de abastecimiento de frutas y verduras de Chile y el tercero en Latinoamérica. Lo Valledor genera más de 7 mil millones de pesos cada año. Un negocio redondo que nació como la simple unión de un grupo de chacareros de Santiago, hace ya cuatro décadas.

Lo Valledor es una ciudad oculta y desconocida. Aquí reina el dinero en efectivo y la droga causa estragos. Lo Valledor, que se levanta en General Velásquez al sur poniente de Santiago, tiene más de 30 hectáreas de extensión. Desde el aire se observa cómo esta organizada en cuadras.

En algunos sectores los comerciantes con más dinero han construido grandes bodegas para guardar la mercadería mientras que en otros lugares, los feriantes más chicos simplemente se instalan sobre la calle con sus vehículos.

Estos locatarios denuncian que la directiva, a sus espaldas, ha creado sociedades anónimas con la que se han ido apoderando de lo Valledor, arrebatándoselo a sus verdaderos dueños. de Lo Valledor, depende casi 1 millón y medio de personas, entre agricultores, transportistas y comerciantes de ferias libres. La Feria de Lo Valledor nació en 1968, impulsada por un sindicato de chacareros de la Vega Poniente. En forma simbólica, los fundadores llegaron en caravana a un sitio de 3 hectáreas que hace cuatro décadas le entregó la Municipalidad de Santiago. En 40 años, con algunas crisis de por medio, este mercado ha crecido notablemente. Su principal ingreso es el peaje que pagan los vehículos de clientes y de comerciantes para entrar al recinto. Un cobro polémico. Es un negocio redondo. Las tarifas van desde 1.300 pesos diarios los vehículos pequeños hasta 50 mil pesos los camiones. Y si van con acoplado, hasta 120 mil pesos. Gracias a estas tarifas, se recaudan 7 mil 400 millones de pesos anuales, cuya administración está en manos de las 9 personas que componen la directiva. Este negocio siempre ha sido conflictivo. Tanto por su alto valor como por el desconocimiento del destino de esos millones. En 1991, los feriantes estuvieron a punto de amotinarse porque les habían subido el valor de los peajes. La Feria Lo Valledor es el corazón del comercio de frutas y verduras de Chile. A nivel latinoamericano, es la tercera en importancia. Los guardias están contratados por la administración para brindar seguridad. Y pareciera ser que, combatir el tráfico y consumo de drogas, no está entre sus tareas. Los comerciantes que se oponen al directorio están desesperados. Hoy se organizan para tomar nuevas medidas. Algunos, más que miedo, confiesan mucha rabia. Sienten que el directorio debería estar bajo su mandato y no al revés. Esta comunidad pertenecía casi un cien por ciento a los comuneros. Y a través de un proceso hoy en día esa comunidad le pertenece a terceros y solamente y cerca de un quince por ciento a los comuneros que existen hoy día. Este ejemplo nos muestra como una sociedad pública pasó a manos de privados. Hoy en día el total de las ganancias está en manos de unos cuantos que se han hecho ricos a coste de robos.

Los riesgos que se asumen son varios, al extremo de que nadie cuenta con contratos, ni con previsión, los sistemas de salud tampoco les apoyan. La seguridad tampoco los protege, ya que está siendo manejada por gente corrupta. Al parecer el neoliberalismo consumió a la sociedad. La oferta y la demanda dieron paso a la corrupción y a la desigualdad. Como siempre el estado, llámese este País de Chile, no toma cartas en el asunto. Puesto que esto excede de sus funciones. La sociedad de la feria se vendió, o mejor dicho, fue vendida sin que los pequeños ciudadanos se dieran cuenta.

En conclusión, podemos darnos cuenta de cómo la sociedad en general, el estado o nación de derechos nos ha dado vuelta la espalda para ahorrase funciones. Estamos viviendo en un país gobernado por pequeñas potencias dentro de nuestro gran país. Cada uno de nosotros tiene la misión de buscar su propio nicho, a través de la educación hemos visto una manera de escalar posiciones, aunque la economía, el mercado nos ofrezca cada día nuevas alternativas para regular nuestras maneras de vida. No tenemos identidad, hemos pasado de ser una sociedad en construcción, a una prefabricada, somos el país incubadora de desigualdades, ya no vale la pena luchar por cosas que no se relacionan con el dinero, hoy es necesario tener algo que ofrecer y alguien que nos lo compre. Todos tenemos un precio y somos susceptibles de vendernos. Todo sube, todos los precios tienen un factor de riesgo, pero el sueldo no sube. Pareciera que el mundo nos dice que todo tiene un valor agregado, pero las necesidades no lo tienen, otra vez el pequeño hombre vive sin poder satisfacer sus necesidades básicas, ahora el sistema imperante es el dinero, compro lo que puedo y si no puedo me endeudo. Pareciera que este postulado es el más importante hoy en día. El único progreso evidente es el de las grandes potencias, Chile sigue empobreciéndose, sigue siendo un pequeño país con grandes aspiraciones.

domingo, 2 de marzo de 2008

cuentos de cien palabras

Me he pasado la tarde leyendo cuentos de cien palabras,
me pregunto que pasaría si todo lo dijéramos en esa cantidad. No sé que haría puesto que nunca he sido buena para sintetizar. No puedo ocultar mi admiración frente a este tipo raro de narración, es extraño para mí, más aún cuando una se acostumbra a leer mamotretos de un millón de hojas.
Sin embargo se eliminan los detalles, no hay sacadas de vuelta de los personajes y eso me descoloca. en cien palabras no podría resumir nada, ni siquiera lo que significo.

viernes, 28 de diciembre de 2007

literatura hispanoamericana

EL BOOM EN LOS OJOS DE JOSÉ DONOSO.

Se define Boom, o nueva novela, a un conjunto de novelas de gran calidad artística y sorprendente originalidad que aparece en diferentes países hispanoamericanos en el transcurso del 50’ y 60’ del siglo XX.

Donoso, en su obra Historia Personal De Boom, nos presenta un concepto de Boom con connotaciones negativas, ya que está cargado de significados peyorativos y sospechosos, tales como aparición repentina o mafia de escritores. Se nos habla de una explosión súbita que surge de la nada, contiene poco y deja mucho menos, no hay reflexión ni pensamiento profundo. Cabe destacar que en ningún caso el concepto concuerda con lo que este movimiento nos retrata, ni mucho menos contiene el significado de lo que para los hispanoamericanos significa el aparecimiento de la nueva novela hispanoamericana.

Donoso nos transporta al origen del Boom durante los años 60’, cuando un grupo de escritores intelectuales, dentro de los que se incluye el mismo Donoso, se reúnen en el Congreso De Intelectuales De La Universidad De Concepción en el año 1962. En este congreso se congregaron los escritores más destacados de la época dentro de los cuales se cuenta incluso Pablo Neruda. El tema que los convocó fue la escasa información que en cada país de Latinoamérica se tenía acerca de lo que se estaba escribiendo en otros países, ya que las editoriales daban escaso apoyo a la unificación de las letras del continente, esto se reflejaba en una falta de movilidad dentro de la narrativa continental. Por ejemplo en Chile aún se daba especial énfasis a la impresión de novelas realistas, sin dejar espacio a las nuevas creaciones locales.

Lo más significativo de este movimiento es el distanciamiento de la novela realista, singularmente en el tratamiento temático, referente espacial y experimentación con el lenguaje.

Figuras centrales de este movimiento son Borges, con El jardín de los senderos que se bifurcan, Ficciones y El Aleph; Bioy Casares, con Plan de evasión; Miguel Ángel Asturias, con El señor presidente; Agustín Yáñez, con Al filo del agua; Ernesto Sábato, con El túnel; y Alejo Carpentier, con El reino de este mundo.

La renovación que comenzó en la cuarta década del siglo, en que lo fantástico fue fundamental, se incrementaría con la incorporación de nuevos creadores en los años 50. La creación literaria se enriqueció con autores como Juan Carlos Onetti, con La vida breve, Los adioses y Para una tumba sin nombre; Juan Rulfo, con Pedro Páramo; Gabriel García Márquez, con La hojarasca; Carlos Fuentes, con La región más transparente; y José María Arguedas, con Los ríos profundos.

Jugó un papel clave en esa difusión la Editorial española Seix Barral y su Premio Biblioteca Breve. Ambos darán a conocer la nueva generación de narradores y reafirmarán las posiciones protagónicas de sus antecesores.

Obtienen el premio y la fulminante popularidad: Vargas Llosa, con La ciudad y los perros; Vicente Leñero, con Los albañiles; Guillermo Cabrera Infante, con Tres tristes tigres; Carlos Fuentes, con Cambio de piel; y José Donoso, con El obsceno pájaro de la noche. Los premios internacionales y las traducciones se suceden para todos estos novelistas.

Una de las constantes más delicadas y complejas que enfrentan la historia y la crítica literaria es precisar los factores que unen a la nueva novela, ya que juega en contra su diversidad. Entre sus rasgos distintivos cuentan el predominio de lo urbano sobre lo rural; la concepción de la historia como metáfora; la denuncia social desprovista de partidismo y con intención de universalidad; la crítica de la moral burguesa; y las complicaciones de la experiencia juvenil. Esos rasgos son inseparables de la renovación de los aspectos formales, técnicas narrativas y el tratamiento del lenguaje como organismo vivo y suficiente en sí mismo; el establecimiento de espacios imaginarios que participan de lo mítico; el diálogo sin interlocutor; el empleo del monólogo interior y la ruptura; una nueva interpretación de las constantes tiempo y espacio, llevar el lenguaje oral a desembocar en una lengua escrita esencialmente nuestra, ya que lo que se escribe es esencia de lo que nos pasa. Ejemplo de esto es lo que se relata en Cien Años De Soledad, ya que Macondo en sí representa lo que ocurre en una ciudad inminentemente latinoamericana, con todas sus costumbres y sus problemas sociales como la pobreza y el abandono, la explotación de las riquezas y el abuso del yanqui opresor.

El despertar de los intelectuales jóvenes a la problemática social imperante en Latinoamérica surge en parte por el régimen implantado en Cuba por Fidel Castro y el Che Guevara, entre otros, ya que el primero orientó la política de su país hacia la URSS, de la cual paso a ser un incondicional aliado en menoscabo de los intereses geoestratégicos de EEUU. La situación tuvo su punto mas dramático en la "Crisis de los misiles de 1962" que llevó a la humanidad a estar más cerca que nunca de una tercera guerra mundial. Puede considerarse la década de las ideologías. En Europa la juventud se alza en lo que posteriormente se conoció como el "Mayo Francés". Los movimientos sociales adquieren cada vez mayor importancia en América Latina, particularmente en Chile, donde en 1969 un gobierno socialista llegaría al poder por la vía democrática.

Esta transformación contribuyó, de igual forma a desarrollar la originalidad y la creatividad de los escritores, ya que la invariabilidad de las narraciones de esa época, y las rígidas reglas que estaban establecidas, habían hecho dormir muy profundamente a la imaginación, y los hacían crear historias huecas y sin sentido que emulaban a las creaciones europeas del siglo XIX.

José Donoso, en su obra no pretende dar una visión profesional de lo que el boom significa. Es, tal como lo indica su nombre, una historia personal, una experiencia vital de lo que este movimiento significó en su vida y en su oficio de escritor. A través de las paginas de la Historia Personal del Boom, vemos circular a los mismos genios creadores de Hispanoamérica que hemos estudiado a lo largo de nuestra formación académica, pero con el componente familiar y distendido que le da la amistad y el formar parte de una comunidad de genios a los cuales les interesaba conocer y compartir sus obras. Es así como se ve particularmente emotivo a un Vargas Llosa bailando un Valsecito peruano o a un Cortazar discutiendo sobre literatura francesa.

Estos mismos genios fueron los responsables de la difusión de sus obras por el mundo, a través de lo que Donoso denomina “el correo de Chasquis”, que se traduce en el interés constante por lo que los otros escritores, aquellos hombres con iguales problemáticas, pero con otras experiencias estaban escribiendo.

Con José Donoso (1924) la narrativa chilena alcanza su mayor brillantez, en obras tales como El lugar sin límites (1966) y El obsceno pájaro de la noche (1970), donde presenta el mundo degradado de la alta burguesía de nuestro país. El gran poder de invención de Donoso se muestra, asimismo, en una novela posterior de largo alcance: Casa de campo (1978).

José Donoso, nos da a entender que en sus notas nos entrega un limitado testimonio en donde comunica sus prejuicios y sus entusiasmos, una realidad muy parcial, puesto que está enfocado desde su limitadísima óptica personal.

La historia está matizada por las experiencias y entretelones de los viajes de Donoso, las extravagantes fiestas en casa de escritores apasionados y las penurias de Mª Pilar, esposa y compañera de andanzas de Donoso, quien nos habla del boom doméstico del autor.

Es difícil pensar en que el autor de obras tan importantes como Coronación o El Lugar Sin Límites, haya tenido que pasar penurias económicas y alojarse en casa de amigos escritores para poder terminar sus creaciones. Es que las cosas en Chile no eran fáciles para un escritor inquieto y de perturbadoras ideas, el cual no se conformaba con la manera simplista de contar una historia ajena. Es necesario que toda gran diferencia parta por alguien que crea en ella y eso era justamente lo que faltaba en nuestro país... una editorial que creyera en el talento y en el nuevo estilo de un escritor joven. Como versa el proverbio, nadie es profeta en su tierra y de eso Donoso nos cuenta en su libro Historia Personal del Boom. De como cada uno de los escritores del boom tuvo que escapar de la mediocridad de un continente en vías de desarrollo, con problemas políticos importantes, pero más aún con la grave peste europea. Con la impresión indiscriminada de novelas realistas, de cosas que pasaban del otro lado del continente y de la incomprensión de los compatriotas, que veían como un bicho raro lo que hoy constituye los cimientos de la narrativa hispanoamericana.

Donoso nos plantea una interrogante importantísima ¿se puede hablar de la conclusión del boom? Creemos que no, ya que los mismos protagonistas del boom fueron los formadores de las nuevas generaciones de escritores que siguen marcando el mismo estilo. Aún se sigue explotando el lenguaje, diciendo con palabras lo que es propio del habla. Se perdería el norte si se eliminan las bases de la novela hispanoamericana. El boom fue, es y seguirá siendo la historia no oficial de nuestro continente, es decir, lo que todos vivimos cuando cerramos las puertas de nuestras casas o cuando salimos a la calle. Las historias de muchos Juanitos Pérez que esperan con paciencia que alguien se atreva a contar su vida, tal como en algún momento lo hicieron Donoso y los suyos... la generación del boom.